La escuela española a septiembre

En el vídeo Ken Robinson hace una burla al Sistema Educativo español, tratándolo de antiguo y obsoleto: aulas separadas por edades, timbre decidiendo lo que toca hacer en cada momento, horarios...

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Los niños y niñas están muy familiarizados, cada vez más, con las nuevas tecnologías. No tiene sentido que dentro de su aula haya un maestro o maestra hablando constantemente, tipo papagayo, mientras ellos se aburren. Cuando salen del colegio están en contacto directo con las nuevas tecnologías: móviles, Internet, blog...

Esto es la esencia del vídeo: cambio de paradigma en la escuela del siglo XXI, con maestros preparados para afrontar la educación de nuestra época.

El vídeo muestra cómo están organizadas las clases de primaria en el sistema español. Tan claro lo dice que da hasta vergüenza el asimilar que nuestra escuela está a la cola de muchos países europeos, es una asignatura pendiente de nuestro país de hace años.
Las clases son rutinarias: corregir ejercicios, nueva lección, mandar tarea para el día siguiente.
esto es una agonía para los chicos y para colmo el maestro o la maestra de turno quiere que sus alumnos estén atentos, sentados y sin perder ni un minuto y de lo contrario "castigo al canto" lo que conlleva a quedarse sin recreo y regallina en casa por ni portarse bien en la escuela (mejor dicho por no portarse como la "señorita" o "señorito" querían).

Por lo tanto, podemos decir que la tecnología en las aulas es como si "Dios les hubiese venido a ver" a los alumnos de primaria. De esta manera son los chicos los que dirigen sus aprendizaje, aprenden de manera significativa y lo más importante de todo están motivados ya que los materiales que utilizan son novedosos: Internet, blog, redes sociales, comics...
Otro de los "problemas", para quien lo considere, del Sistema Educativo español es que los niños están agrupados en clases según su edad física. Esto da lugar a problemas emocionales en niños cuyo cociente intelectual supera la media, es decir, un superdotado. Al no sentirse realizado su comportamiento cambia, con lo cual no ve la escuela como un lugar para aprender y divertirse si no un lugar aburrido y para tontos, donde él no tiene lugar.